Realizar un desbaste adecuado es una acción más compleja de lo que parece a simple vista. Detrás de un trabajo de este tipo, existen ciertos factores a considerar que alguien bien capacitado conoce a la perfección.
Por ello, aquí te compartiremos algunos consejos útiles para que tus trabajos de desbaste con abrasivos no presenten defectos.
No todos los discos de desbaste sirven para rebajar las mismas superficies. En GRAFF sabemos para qué superficies y materiales está diseñado cada disco, podemos orientarte.
Antes de comenzar cualquier trabajo, debes escoger el abrasivo adecuado.
Entre los productos de este tipo, existen diferentes líneas que se enfocan en distintos materiales, como el concreto, el mármol o los distintos tipos de aceros. Acércate a nosotros, podemos asesorarte para que escojas el disco adecuado para el desbaste que necesitas.
Un error común que puede causar defectos en el desbaste ocurre cuando no ubicamos con precisión la zona que buscamos desbastar.
Por ejemplo, pensemos en una soldadura aplicada en una escuadra. Es normal que las soldaduras tengan un acabado con mucho relieve. Por ello, el desbaste es importante, pues quitar las rebabas ayuda tanto de forma estética como al tacto.
La técnica adecuada consiste en pasar la amoladora al centro de la superficie. Pero, si no tenemos bien ubicada la zona, podríamos repasar el disco cargado al costado de la soldadura.
Si hacemos eso, llegaremos primero al material de la escuadra y la soldadura no se rebajará como es debido, lo que nos hará trabajar doble y, eventualmente, provocará que el disco se desgaste más rápido en trabajos innecesarios.
Una vez que hicimos lo del punto anterior, que es ubicar y desbastar el área por el centro del material, podemos pasar el disco por los bordes. Es decir, una vez que logramos rebajar la parte central del área, podemos repasar la amoladora por cualquier borde donde lo consideremos necesario.
Cuando se trabaje sobre superficies como soldaduras, debes tener cuidado de no exceder tus esfuerzos de desbaste Una buena soldadura, por lo general, es profunda, sin embargo, si el desbaste llega al fondo del material, la firmeza de la estructura se puede ver comprometida.
Algunas veces al desbastar, parece que ciertas superficies deben ser atacadas de manera distinta, dada su forma o su posición, pues se puede tratar de alguna imperfección ubicada en una esquina de difícil acceso, por poner un ejemplo.
Sin embargo, el rendimiento de un disco de desbaste e, incluso, su integridad, se pueden ver comprometidas si no se usa en el ángulo correcto. Recuerda que, al fin y al cabo, la práctica hace al maestro y, eventualmente, realizar desbastes en piezas complicadas será más fácil.
Si no estás seguro de cuál es el ángulo correcto, no lo olvides: de 30 a 45 grados máximo.
Busca que la amoladora se encuentre dentro de ese rango.
Para conseguir un trabajo perfecto al desbastar con abrasivos, debes abrazar sin miedo la idea de que el proceso puede repetirse cuantas veces sea necesario.
Por ejemplo, podrías comenzar un trabajo con un disco de grano grueso e ir cambiando por uno de grano más fino mientras vayas terminando... Recuerda siempre comprobar que el grano sea el adecuado para que el desbaste tenga el acabado que buscas.
Durante cualquier proceso de desbaste, recuerda que extremar precauciones nunca está de más.
Asegúrate de contar con el equipo de seguridad adecuado y de preparar un entorno correcto para el trabajo.
También considera que las chispas pueden lastimar a otras personas, por lo que la ubicación del disco y el uso de la amoladora, debe ser en un lugar seguro. Finalmente, siempre que tengas alguna duda, acude a nuestros expertos en GRAFF, quienes podrán guiarte adecuadamente.